Qué es el TLP


Una persona borderline presenta una elevada sensibilidad ante estímulos emocionales, así como una tendencia a experimentar las emociones de manera muy intensa. Son tan intensas sus emociones que para huir del malestar que producen se refugian en conductas que le alivian momentáneamente ese malestar: promiscuidad, juego, compras inútiles, alcohol, drogas e incluso autolesiones. Pese a que experimentan emociones muy intensas, suelen tener muchas dificultades en identificarlas y expresarlas, lo que en muchos casos genera un efecto “olla a presión” y desencadena reacciones intensas de ira ante estímulos aparentemente insignificantes.

Las características principales que definen el trastorno límite son la inestabilidad e impulsividad. El diagnóstico está basado en nueve criterios del DSM-IV. Un sujeto debería tener cinco de ellos para recibir el diagnostico de Trastorno Limite/Borderline.

1. Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Son muy sensibles a las circunstancias ambientales. Experimentan intensos temores a ser abandonados y una ira inapropiada ante una separación aunque sea por tiempo limitado (psicólogo anuncia final de la sesión) o cuando se producen cambios inevitables en los planes (alguien se retrasa unos minutos). Estos temores a ser abandonados están relacionados con la intolerancia a estar solos y a la necesidad de estar acompañados de otras personas. Sus frenéticos esfuerzos para evitar el abandono puede incluir actos impulsivos como las conductas autolesivas o suicidas.

2. Relaciones interpersonales inestables, intensas y turbulentas, extremos de idealización y devaluación. Son propensos a los cambios dramáticos en la opinión que tienen sobre los demás, alternando entre ver a otras personas como apoyos beneficiosos o cruelmente punitivos.

3. Problemas de identidad: autoimagen o sentido de sí mismo inestable. Presentan cambios bruscos y exagerados de la autoimagen lo que se manifiesta por cambios en sus objetivos, valores y aspiraciones profesionales. También suelen presentar cambios bruscos en sus opiniones, los planes de futuro, la identidad sexual, la escala de valores y el tipo de amistades que buscan. Se obsesionan con su apariencia física lo que puede conducirles a desarrollar un trastorno de alimentación.

4. Impulsividad. (gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida).

5. Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes o comportamientos autolesivos. Estos actos suelen estar precipitados por los temores a la separación o al rechazo, o por la expectativa de tener que asumir una mayor responsabilidad. El daño autoinfligido puede llegar a suponer un alivio pues les “reconecta con la realidad”, reafirmándoles en su capacidad de sentir.

6. Inestabilidad afectiva. Episodios de intenso malestar, irritabilidad o ansiedad, ira, angustia, desesperación que suelen durar unas horas y raras veces unos días. Sufren extremada reactividad al estrés interpersonal.

7. Sentimientos crónicos de vacío. Descritos como una falta de sentido o vacío emocional que no puede llenarse con nada, puede conducir a una especie de dolor físico o a una especia de parálisis mental que inmoviliza al sujeto durante días.

8. Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira. (muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes). Estas expresiones de ira suelen ir seguidas de pena y culpabilidad y contribuyen al sentimiento que tienen de ser malos.

9. Ideación paranoide transitoria. Relacionada con periodos de estrés extremos y duran entre minutos y horas.

Mitos y realidades

MITO:
Las personas con TLP no mejoran nunca
REALIDAD:
Algunas personas con TLP mejoran con el tratamiento adecuado. Es verdad que rasgos de la personalidad asentados no son fáciles de cambiar. Pero el comportamiento inadecuado que ha sido aprendido puede ser reaprendido y algunos de los síntomas del TLP que están más condicionados biológicamente pueden ser tratados con medicación. ¿Por qué persiste esta idea a pesar de que hay algunos estudios que demuestran la efectividad de Algunos tratamientos? El problema es el estigma que recae sobre el TLP y la falta de concienciación. La investigación sobre tratamientos efectivos es muy nueva y muchos profesionales no han tenido la oportunidad de conocerla durante su formación. Además los clínicos son bombardeados constantemente con informaciones contradictorias sobre el tratamiento del TLP lo cual lleva a cierta confusión sobre qué métodos son los más efectivos. Desde que algunos profesionales de la salud mental encontraban que trabajar con pacientes borderline era duro y estresante, nuevos y prometedores estudios pasan de largo ante clínicos no especializados en TLP. Esto se convierte en un círculo vicioso: los clínicos no leen estudios que les ayudarían a trabajar con estos pacientes porque creen que los TLP siempre ocasionan dificultades. Otro problema es que muchas aseguradoras no cubren el tratamiento del TLP porque se cree que de todas formas no ayuda. Esto supone una barrera para los clínicos a la hora de aprender sobre el estado de los tratamientos. Los clínicos entonces disponen de información no actualizada, documentos poco fiables e información falsa acerca del TLP que han oído.
MITO:
TLP es una definición de “cajón de sastre”, esto es, que los clínicos dan este diagnóstico cuando no saben bien qué le pasa al paciente
REALIDAD:
El TLP se debe diagnosticar sólo cuando los pacientes cumplan los criterios clínicos específicos y después de que el clínico haya trabajado con el paciente el tiempo suficiente para verificar que los síntomas son persistentes, extremos y de larga duración. Janice Cauwels ( 1992 ) escribió: TLP sigue siendo un “cajón de sastre” usado para racionalizar fracasos o errores en el tratamiento, para evitar prescribir medicamentos o tratamientos , como defensa contra prácticas sexuales que pueden surgir en la terapia, para expresar odio hacia los pacientes y justificar comportamientos resultantes de esas reacciones emocionales.
MITO:
Las mujeres tienen TLP; los varones Trastorno antisocial de la Personalidad
REALIDAD:
A pesar de que el TLP suele diagnosticarse más frecuentemente en mujeres, los varones lo padecen igualmente. Nuestra experiencia dentro de la asociación ACAI es que nos llegan aproximadamente el mismo número de casos de mujeres que de varones. Según el DSM – IV, alrededor del 75% de los diagnosticados con TLP son mujeres y la mayoría de los diagnosticados con el Trastorno antisocial de la personalidad son hombres. Pero aunque estas personalidades tengan similitudes externas ( p.eje., dificultades en las relaciones , tendencia a culpabilizar a otros) sus estados interiores son diferentes. Los borderline sienten vergüenza, culpa, angustia emocional, y vacío; las personas con trastorno antisocial normalmente no. Hay algunas teorías para explicar esta prevalencia del diagnóstico en mujeres: El abuso sexual, que puede ser un rasgo frecuente en la bibliografía de los TLP ocurre sobre todo en mujeres. Las mujeres reciben en nuestra sociedad más mensajes inconsistentes e invalidadores. La mujeres son más vulnerables porque están socializadas para ser más dependientes de otros y más sensibles al rechazo. Los hombres acuden menos en busca de ayuda psiquiátrica Los hombres buscan más ser tratados solo por el abuso de substancias o el alcoholismo; algunos de sus síntomas de tipo borderline pasan desapercibidos. Las mujeres con TLP están en sistema de salud mental; los varones con TLP en la cárcel.
MITO:
El TLP no existe
REALIDAD:
más de tres mil estudios de investigación y trescientos mil documentos clínicos dan una amplia evidencia de que el TLP es una enfermedad mental válida y diagnosticable. Algunos clínicos pueden defender que el TLP no existe por varias razones: Pueden estar poco actualizados en las últimas investigaciones o mal informados. Pueden creer que no se trata de un trastorno separado sino que forma parte de otros trastornos como el trastorno bipolar o el trastorno postraumático. Pueden simplemente rechazar la idea de etiquetar a alguien como “borderline” porque piensan que supone una estigmatización, o creen que todos los diagnósticos psiquiátricos limitadores y engañosos.

No es correcto que la persona con Trastorno Límite de la personalidad:

- Esté fingiendo y exagerando constantemente pero al que en realidad no le pasa nada.
- Pueda lograr cualquier cosa pero es demasiado vago o no está motivado para ello.
- Manipule malintencionadamente y conscientemente a los demás para conseguir sus objetivos.
- No pueda razonar o tenga problemas de inteligencia.
- Sea un caso perdido por el que no se puede hacer nada.
- Sea alguien al que hay que sobreproteger y evitarle cualquier esfuerzo o disgusto.
- Sea alguien al que lo único que le hace falta es mano dura.
- Sea una persona frívola y falta de sentimientos.

Preguntas más frecuentes


¿Qué es un trastorno de personalidad?
Un trastorno de personalidad es un patrón permanente e inflexible de experiencia y comportamiento que se aparta de lo que se considera habitual en la cultura del sujeto que lo padece y que se manifiesta en la forma de percibir el mundo que le rodea, la afectividad, las relaciones interpersonales y el control de los impulsos.
¿Qué significan las siglas TLP?
Son las siglas correspondientes al diagnóstico de Trastorno de Personalidad Límite. Estas siglas, en inglés, equivalen a BDP (Borderline Personality Disorder).
¿Cuáles son los síntomas del trastorno de personalidad?
El trastorno de personalidad provoca una gran inestabilidad afectiva y conductual, que altera y perturba muchas áreas de la vida (formativa, laboral, afectiva, relacional) del paciente y de las personas con las que convive. Puede haber otras complicaciones asociadas, como trastornos del estado de ánimo, de la alimentación, drogodependencias, etc., que agravan el problema.
¿Las personas con trastorno de la personalidad deberán medicarse para siempre?
Hay medicaciones específicas para los síntomas que presentan personas con TLP (depresión, ansiedad, impulsividad, síntomas sicóticos, etc.) y que resultan eficaces para disminuir su intensidad. La necesidad y el tiempo de medicación dependen de cada caso, por lo que se debe tener en cuenta la gravedad de los síntomas, la interferencia en la vida cotidiana y su evolución.
¿A quien me puedo dirigir yo como afectado de TLP?
El médico de familia puede informarle del centro público de salud mental correspondiente a su zona de residencia. Estos centros están especializados en la atención a los diversos trastornos en salud mental. Allí también le informaran de la existencia de programas especializados en su zona. Otra opción es ponerse en contacto con las asociaciones de TLP que hay en toda España.
¿Por qué es el TLP un problema?
Porque hay una gran inestabilidad afectiva y conductual, que afecta a muchas áreas de la vida (formativa, laboral, afectiva, relacional) del paciente y de las personas que le rodean. Puede haber otros problemas asociados, como pueden ser trastornos del estado de ánimo, de la alimentación, drogodependencias,  que agravan aún más el problema.
¿Hay esperanza para gente con TLP? ¿Se curan o es un trastorno crónico?
El concepto de curación en el TLP hace referencia a conseguir una disminución de la intensidad de los síntomas y de la interferencia que pueden tener en las diversas áreas de la vida, llegando a conseguir una  mayor estabilidad y autonomía.
¿Qué hacer con una persona con TLP está en crisis, y se puede causar daño a sí mismo o a otros?
Intentar ponerlo a salvo de sí mismo, persuadiendo para que no se haga daño y pueda hacer algo para calmarse o que nos permita hacer algo para ayudarle en esa situación. En caso de que no sea posible, ponernos en contacto con el centro que lo atiende si es posible, o bien llevar la persona al Servicio de Urgencias. Si la persona no se deja, no habrá más remedio que llamar a una ambulacia o a las fuerzas de seguridad para que puedan trasladarlo al Servicio de Urgencias, donde el profesional que le atienda decidirá si es necesario estar en observación o ingresarlo en una Unidad de Agudos. A veces ésto es necesario.
Una mujer con TLP ¿es capaz de tener hijos?, ¿podrá ser madre algún día?
Una persona con TLP puede tener hijos y ser capaz de hacerse cargo de ellos. Pero esto depende de que consiga una disminución y estabilidad de los síntomas, así como una capacidad de autonomía. Para conseguir esta situación algunas  personas con TLP puede necesitar tratamiento, seguimiento y ayuda de las personas que le rodean para llevar a cabo una maternidad o paternidad adecuada.
Ante las actuaciones de una persona con TLP : ¿“mano dura” o más tolerancia?
Depende de cada caso y de cada situación en concreto. Como idea general, no es bueno posiciones extremas, pasar del sobreproteccionismo a la sobre exigencia. En algunas situaciones es conveniente mantenerse firmes y en otras ser más tolerantes. Es conveniente poder hablar de estos temas con el equipo terapéutico.
¿Cuándo se puede diagnosticar el trastorno TLP?
La aparición de conductas y rasgos límites puede iniciarse en la adolescencia e inicio de la vida adulta. El diagnóstico de TLP se realiza cuando los síntomas se han mantenido de forma más o menos intensa durante un periodo de tiempo largo (2-5 años).
¿Se puede diagnosticar el TLP antes de la adolescencia?
Se pueden observar conductas que podrían relacionarse con síntomas de TLP pero ha esa edad es demasiado pronto para hablar de TLP. Por otra parte esas conductas se pueden confundir con otros problemas o características evolutivas de la infancia y adolescencia.
¿Cuándo se debe consultar a un especialista en TLP?
¿Algunos valores sociales actuales influyen en la aparición del trastorno TLP?
No se puede establecer una causa-efecto, porque el TLP se desarrolla por una combinación de aspectos biológicos y ambientales.

Fuente: C.A.T. Barcelona


Prevención del TLP


EL Trastorno con déficit de atención con hiperactividad, junto con otras variables como las relaciones familiares poco definidas, la falta de límites y un posible trauma en la infancia; se considera el patrón más asociado a un posterior desarrollo del Trastorno Límite de la Personalidad.

Los TLP se inician normalmente en la adolescencia o al principio de la edad adulta.

Existen acontecimientos vitales y hechos psicosociales que pueden potenciar la aparición del TLP (5-10 años):

  • Carencias afectivas y distorsiones relacionales de la primera infancia.
  • Los estilos educativos y actitudes de los padres, ligados o no a trastornos psicopatológicos de estos.
  • Disfunciones familiares graves que inciden en los estilos de comunicación familiar.
  • Una incidencia más elevada de abusos sexuales durante la infancia en pacientes diagnosticados de trastorno límite.

Indicadores en la adolescencia


 1Mala adaptación social y escolar
  La mala adaptación social puede pasar por una     actitud de terquedad y rebeldía, unida a     problemas escolares en el aula.

  2 Comportamientos antinormativos
  Se da cuando el menor no está dispuesto a     seguir las normas marcadas en la convivencia     familiar oen el entorno que le rodea.

  3 Déficit en la regulación de los afectos
  Trata de la forma en la que los jóvenes     mantienen un vínculo con quienes les rodean o,     en este caso, cómo intentan romper ese vínculo.

  
  4 Elevada impulsividad
  Se registra principalmente en personas que     actúan sin pensar, impacientes y cuyas     respuestas tienen una velocidad extremada.
  
  5 Tentativas de suicidio repetidas
  Comportamiento del adolescente que se orienta     hacia la autodestrucción y con una finalidad     intencionada de quitarse la vida.
  
  6 Depresiones graves
  Son graves cuando la depresión se prolonga en     el tiempo y afecta a todo el cuerpo, incluyendo     emociones, pensamientos y comportamiento.

 

 

 

 

 

 

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